viernes, 5 de septiembre de 2008

Palabras de una hija por Soledad Reveco


No me abandones, cuando vos elegiste que yo naciera.
No me des todo lo que te pida, sólo dame lo que sientas.
No me compares con ningunos de mis hermanos, mírame tal cual soy.
No te vayas lejos, necesito tus consejos.
No me mientas porque yo me doy cuenta de eso y todo en la vida se modifica y se supera, pero la mentira nunca.
No me grites, háblame que entiendo.
No me exijas tanto...
No me expongas a burlas ni maltratos, eso duele demasiado.
Dame el derecho a opinar cuando lo tenga y repréndeme cuando opine sin derecho.
Corríjeme cuando sepas que estoy equivocada.
Dame tus consejos, en mí estará si los tomo o los dejo, pero tu deber estará cumplido.
Ahora déjame pedirte lo más preciado en mi vida, abrázame y quiéreme.

No hay comentarios: