Había una vez dos hermanas, una de ellas era ciega y la otra cuidaba de ella. La chica ciega se llamaba Sonia, tenía un sueño, ser cantante. Pero nadie la aceptaba por su incapacidad y ella lloraba. Su hermana le daba apoyo y fuerzas para que pudiera soportar su tristeza.
Un día estaba Sonia en la plaza, cantando y la escuchó un chico, se acercó y con dulce voz le dijo: - seguí cantando, que vas a llegar muy lejos.
Sonia le dijo que no tenía esperanza, que nadie quería escucharla por su incapacidad. Él no lo podía creer, entonces el chico con su hermana le prometieron ayudarla a cumplir su sueño.
Sonia sonrió y se dio cuenta que no importa como somos, sólo hay que luchar por cumplir nuestros sueños.
Pamela Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario