Ella es la mejor estudiante que hay, como ella no hay otra igual. Tan inocente y
hermosa.
Sus bellos ojos reflejan lo buena que es. Al
mirarme al espejo, ella está ahí, tan parecida a mí que no se puede creer y tan
especial.
Mi niña mi alma, mi otra mitad que yo sin
ella no se respirar.
Y ahora dime tú, como voy a poder vivir, sin
ella no sé vivir. Mi corazón dejará de latir, ya que no la tengo aquí.
Mi niña mía, mi alma, mi otra mitad.
Y ahora que haré, si nunca nunca te veré. Mi
alma va a morir también. Donde estés hija mía, seguro que te encontraré, allí
en el otro mundo estaré.
Camila Jiménez 3º 6ª
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