Con tus manos cálidas curas mis heridas.
Con tu mirada tierna me dices todo
Con tu luz guías mi camino y no permites que me pierda
Con tus brazos me cubres en las noches cuando tengo miedo
Todo me puede faltar, menos tú.
Madre, perdona mis lágrimas, es que al nombrarte mi alma se emociona y mi corazón palpita muy fuerte tratando de salir de mi pecho para gritarte lo mucho que te quiero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario