Hoy estoy aquí sentado,
como siempre,
esperando tu llegada.
Cómo pensar cuánto
me cuesta no recordarte,
si mi corazón
canta una dulce canción
al pensarte.
Quisiera abrazarte
por las noches
y besarte al despertar.
Sólo quiero que tu corazón,
esté siempre conmigo,
como el mío está contigo.
Una dulce brisa roza mis mejillas,
llevándose en su adiós
una gota cristalina,
sólo quisiera tenerte hoy a mi lado,
pero ya es tarde...
mi corazón se ha marchitado
y la dulce canción que cantaba
se ha terminado.
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