Hacer trampas a la vida por Romina Merelo

Hay momentos en los que siento que la vida tiene un cuerpo, que me mira, me habla, sonríe, que soy su amiga y que juego con ella. Jugamos a que ella es mi maestra y yo su alumna. Ella pone frente a mí pruebas pequeñas pero.... para mí son enormes y paso a paso tengo que resolverlas. Aunque casi siempre intento hacer trampas, tratando de saltar obstáculos cuando nadie me mira, quemando etapas y dando veinte pasos cuando tengo que dar uno por vez . Tal vez lo haga para sorprender a mi maestra, a los demás y quizás a mí misma. Luego me doy cuenta que me he equivocado, no sólo por hacer trampas, sino también por tratar de ser alguien que aún no soy. Es feo sentarse a esperar momentos y que no lleguen porque ya los busqué antes de que ellos vinieran a mí y no pude disfrutarlos como debía.