Adolescencia, una etapa en donde me siento una soñadora, incapaz,en donde todo gira alrededor de mí. Qué difícil es por un lado ser adolescente, porque piensas que cada problema, dificultad, temor, se te cae encima y no sabes cómo defenderte y a la vez te da más miedo.
Así lo llamo yo “gigante”a aquello que me atormenta, que no me deja alcanzar lo que deseo, me da la sensación de fracaso, soledad e inseguridad. Lo veo, tan pero tan grande, que no lo quiero mirar. No sé si te a pasado a vos que ante el mínimo problema lo ves “tan gigante”, tan fuerte que te vence por la mínima, pequeña puerta abierta que le dejes. En esos momentos tus días son oscuros, sin sol, sin nubes, sin nada de nada...
Sin embargo, me faltó presentarte aquella pequeña, pero fuerte y valiosa palabra con dos letras llamada “Fe”.
Jamás terminaré de decirte cuántas cosas logré con ella y las que voy a lograr. Para mí, la Fe es mi mejor amiga, porque estuvo al lado mío en los momentos tan duros de esta vida, ofreciéndome servicio para cree en ella. La adolescencia es difícil y más sin conocer la Fe.
Ahora, estoy decidida a derribar a mis gigantes, principalmente el miedo a fracasar, porque esta pequeña palabra me da seguridad para lograr alcanzar mis sueños y sobre todo hacerlos realidad.
¡Gracias Fe! Porque te conocí, por ser tan necesaria para vencer a este mundo cruel. Por eso te digo a vos amigo lector, aprende que la Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. ¡Cuídala! Que jamás se aleje de vos.
Autor: ALBERT Milena
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